lunes, 3 de noviembre de 2008

METÁSTASIS FINANCIERA EN ESTADOS UNIDOS


por CARLOS ROSSI
Cuando el ‘’maestro’’ Alan Greenspan fue llamado este 23 de Octubre a testificar en el Congreso Americano sobre la actual crisis financiera que esta causando estragos nunca vistos en las finanzas mundiales desde los años 30’s, este señor, quien por 18 años (1987-2006) guió el Federal Reserve Board de su país y quien fuese alabado como uno de los mejores en toda la historia del FED, esta ves tuvo que haberse sentido como un maleante en el banquillo de los acusados por crímenes de lesa humanidad. ‘’Usted tuvo en sus manos la autoridad para impedir las prácticas de préstamos irresponsables que llevaron las crisis hipotecaria de alto riesgo…Muchos le aconsejaron a usted que así lo hiciera y usted se resistió y ahora toda nuestra economía paga el precio’’ fueron las palabras del Presidente del Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara Baja del Congreso Americano, Henry Waxman de California.

La contestación de Greenspan fue patética: ‘’Quienes confiamos en el interés de las instituciones prestamistas en proteger el patrimonio del accionista, incluido yo, estamos atónitos (shoked) y no podemos creerlo’’. Esta respuesta recuerda la famosa escena en la película Casablanca (1942) en donde el jefe de la policía de esa ciudad Marrueca, el corrupto pero heroico Capitán Renault (actor Claude Rains), quien acostumbraba pasarse sus noches bebiendo y apostando ilegalmente en las ruletas del casino de Humphrey Bogart, una vez se ve obligado entrar con los Nazis que ocupaban el país y exclamar: ‘’Estoy atónito, shocked y pasmado de que aquí se hagan apuestas’’. De hecho, en un discurso pronunciado en el 2005, cuando toda esta burbuja hipotecaria y de estrafalarios derivados financieros estaban en pleno auge, Greenspan había dicho, en su característico sesudo estilo: ‘’La regulación privada ha demostrado que es mucho más adecuada que la regulación gubernamental para constreñir la excesiva toma de riesgos’’.




Si Alan Greenspan no es el corrupto capitán Renault, y no existe evidencia de que lo sea, si ha comprobado ser heroicamente ingenuo en su manejo del Banco Central Americano. En Estados Unidos no solo se ha descalabrado toda la banca de inversión y comprometido todo su sistema financiero privado y público, sino que ha arrastrado por inocentes a gran parte de la banca europea de sus aliados más cercanos, quienes habían financiado el ahora ciclópeo déficit presupuestario de ese país. Para dar tres cifras, la inyección de capital para salvar a la empresa de seguros más grande del mundo- AIG- le costará al americano común $86 mil millones de dólares; la nacionalización de Fannie Mae y Freddy Mac, los entes reguladores del mercados hipotecarios que le compraban los préstamos a los bancos en el mercado secundario y lubricaban el primario, supondrá una deuda adicional al americano común de $5 Trillones de Dólares (con T). La última y más escalofriante son los supuestos $62 Trillones de Dólares (también con T) que se estima es el valor total de los famosos Credit Default Swaps (CDS), que se vendían como supuestos ‘’seguros’’ amarrados a los bonos hipotecarios que permitía los bancos enajenarlos repetidamente para atraer inversores y a otros bancos a comprarlos. Interesante es observar que no se llamaban ‘’credit default insurance’’, porque de haber sido así el SEC hubiese tenido la potestad de supervisarlos.

Lamentablemente, con esto solamente se roza la superficie del problema. Alan Greenspan también ha demostrado ser, como la inmensa mayoría de sus colegas en las ciencias económicas, integralmente ignorante sobre el tema petrolero y su impacto en las economías y modo de vida de la civilización industrial. Para citar al apremiado libro de Daniel Yerguin, The Prize:

El petróleo….es la sangre de la vida misma de las comunidades suburbios. El petróleo y el gas natural son los componentes esenciales en los fertilizantes del cual depende la agricultura, el petróleo hace posible el transporte de la comida hacia las mega- ciudades que son completamente dependientes en comestibles. El petróleo también provee los plásticos y los químicos que son los ladrillos de la civilización contemporánea, una civilización que colapsaría si los pozos petroleros del mundo se secaran’’

Es decir, El petróleo es la pre-condición de todos los demás bienes y por ende, de la economía moderna. El petróleo logró revolucionar la agricultura, el transporte, la industria, el comercio y el capital financiero e hizo que la urbanización se realizara y es el petróleo quien mantiene las megaciudades cuyos citadinos dependen de este milagroso manantial para su subsistencia.

El reconocido geólogo e historiador Colin Campbell, fundador de la Asociación para el Estudio del Pico del Petróleo (ASPO), y quien se ha pasado buena parte de su vida estudiando la interrelación entre el petróleo y la historia económica, hizo esta reveladora y preocupante reflexión en una conferencia:

‘’La primera mitad de la edad del petróleo llega a su fin. Dura 150 años y fue testigo de la rápida expansión de la industria, el transporte, el comercio y la agricultura permitiendo que la población se expandiera paralelamente. También atestiguó el crecimiento en el capital financiero cuando los bancos prestaron más de lo que tenían en depósito porque confiaban que la promesa de la expansión económica, liderada por la energía, era en si mismo el colateral para la deuda. Toda la ciencia económica fue diseñada para comprender y administrar la economía de mercados, lo que a sus ves conllevó al nacimiento de la política en el mundo moderno, dedicado primordialmente al crecimiento económico.

Ahora, la segunda mitad de la edad del petróleo amanece y será marcada por el declive del petróleo y de todo lo que depende de ello. Nadie sabe como reaccionar contra esta situación porque no tiene precedentes en la historia, pero se transforma en el tema central de preocupación que afecta a todos los sectores de la comunidad’’.

En efecto, si la agricultura puede ser definida en tiempos modernos como ‘’la transformación del petróleo en comida’’, el dinero puede referirse como la ‘licencia para usar la energía’. Una licencia cuya promesa de expansión industrial dependiente de energía le permitía a los bancos e inversionistas endeudarse hoy para pagar mañana asumiendo que esas fuentes energéticas siempre estarían presentes en cantidades incrementales; como colateral de la deuda en sí.

Por ello, culpar a la crisis financiera de Estados Unidos en préstamos ‘’subprime’’y desregulación es describir los síntomas más no las causas de raíz. Los que proclaman que pronto vendrá el Pico Mundial de la Producción del Petróleo tienen toda la razón, lo cual defiendo con base en mi libro “El Epilogo del Petróleo”. Nosotros siempre advertimos que si los Estados Unidos y el mundo no pueden garantizar suficiente oferta incremental petrolera para sostener la civilización industrial, esto provocaría un completo colapso financiero y económico porque el capitalismo, con todas sus cualidades, tiene el grave defecto de que tiene que necesariamente crecer por interés compuesto trimestral, porque es así como ha sido estructurado desde el siglo 19 cuando el petróleo erupcionó en la escena económica. Existe evidencia de que ya llegamos al Pico de Producción mundial como se desprende de este gráfico proveniente del Departamento de Energía de Estados Unidos, el cual afirma que la producción se ha estancado y hasta bajado a pesar de altos precios y demanda.

GRAFICO DEPT ENERGIA DE USA

Nadie sabe a ciencia cierta cuando el pico del petróleo vendrá, pero casi nadie coloca esta fecha después del 2020; casi todos entre 2010-2015 e incluso existen algunos científicos geólogos que dicen que ya llegó. La producción petrolera mundial de 2007 fue inferior a la de 2006 y el 2008-2009 será igual. La empresa British Petroleum dijo, ‘’No es un secreto que por cada barril de petróleo que encontramos consumimos 9 barriles’’. De hecho, el mundo ha estado consumiendo más petróleo del que consigue desde 1988, lo que significa que estamos viviendo de una lotería que nos pegamos hace más de 20 años.

Hoy la mayoría de las personas en los Estados Unidos viven en un mundo globalizado post industrial. Esto significa que ni sus trabajos-ni sus ingresos-están asegurados (la época en comenzabas a trabajar en Ford a los 22 años te retiraba a los 65 se acabó hace mucho tiempo). Esa gente depende de trabajos inestables en un sector de servicios de pocos clientes y contratos que son muy sensibles a los ciclos económicos. Pero todos quieren y merecen vivir el sueño americano y eso incluye invertir y vivir en una vivienda propia.

Como el consumo agregado representa el 66% del producto interno bruto de USA, en su mayoría costeado con dinero prestado, al cuadruplicarse el precio del petróleo en términos reales (desde principios del siglo), este americano común que adquirió los préstamos de vivienda comenzó a perder sus clientes, sus trabajos o, en el mejor de los casos, se le congelaron sus ingresos. El ingreso de ellos estaba allí en el momento en que esos préstamos fueron adquiridos, de lo contrario Fanny Mae y Freddy Mac nunca lo hubieran aprobado. Pero cuando la crisis petrolera se agravó afectando todo, estos americanos comenzaron a tener problemas de liquidez y patrimonio serios que se convirtieron insolubles.

LOS CUATRO GOLPES

El americano clase media-baja ha sido golpeado en su cabeza cuatro veces. Primero por lo que ya nos referimos a la era post industrial-globalizada que los hizo super-vulnerables a los ciclos económicos dando lugar a la reducción de sus salarios reales e ingresos, lo cual le imposibilitó a muchos seguir pagando sus pasivos. Segundo, la crisis petrolera le subió el precio de su gasolina y su comida. Tercero, al afectarle su consumo diario, le restó su ahorro que invierten en la bolsa de valores (más del 50% de las familias americanas tienen acciones en Wall Street) lo que hizo caer el índice del Dow Jones en más de 4,900 puntos anualizados en este año. La caída del Dow Jones significa que las inversiones de la gente, incluyendo sus fondos de pensión, tienen menos valor especialmente aquellos que se endeudaron para invertir en la bolsa. El Cuarto golpe fue el más duro y provino de la caída misma del valor de sus viviendas lo que en muchos casos se depreció por más de lo que sus hipotecas deben, colocándolas en patrimonio negativo. Como el Dow Jones y los bienes y raíces representa los activos más importantes de la gente en USA, el ‘efecto riqueza’ desplomó sus patrimonio y ahorros. Al tratar de vender sus casas esto solo empujó los precios más hacia abajo, lo que hace que los balances de las empresas y de los hogares se depriman más y se hagan más difícil de capitalizar.

Si consideramos que Estados Unidos es un país con más de 300 millones de habitantes, que consume el 25% de todo el petróleo producido en el mundo y sus importaciones representan casi el 70% de su consumo total con un PIB valorado en $13.8 Trillones de Dólares, pero que es incapaz de garantizar su seguridad energética, no es difícil imaginarse lo que estos cuatro golpes significan para un crecimiento económico que depende del gasto de consumo.

METÁSTASIS

Lo que es mórbidamente deprimente es como los bancos americanos reaccionaron a todo este problema. Al darse cuenta que sus balances estaban llenándose de lo que hoy se conoce como ‘’préstamos tóxicos’’ (o préstamos NINJNA, no Income-no Jobs-no Assets), en lugar de reconocer sus perdidas y ‘’write down’’ el valor de los activos tóxicos que vendieron y compraron con dinero prestado, ellos incrementaron esos préstamos en bienes raíces en 11% en el período entre 2002 y 2006, por lejos sobrepasando el crecimiento económico de Estados Unidos. Luego vendieron esos préstamos en el mercado secundario a otros bancos americanos y éstos a su vez vendieron la mayoría en el mercado interbancario a bancos internacionales cobrando comisiones en cada turno. De hecho, bancos de la talla de Deutche Bank (Alemania), United Bank of Switzerland (Suiza) y Royal Bank of Scotland (Reino Unido), entre otros, están tan comprometidos que han exigido rescate del gobierno (pueblo) americano algo literalmente insólito. Sus países han tenido que intervenir completamente sus mercados financieros por efecto de contagio. Como la confianza entre los bancos se anuló, la única forma de restablecerlo podría ser si el Estado americano mismo (que imprime dinero) sea accionista activo de las instituciones financieras.

Los métodos de venta incluían instrumentos financieros de empaquetamiento diseñados en forma compleja para escapar de los ojos no solo de Fanny Mae y Freddy Mac, sino también el SEC (Security and Exchange Commission). Las grandes casas de bolsa americana entraron en este juego a través de los mercados de derivados financieros, que incrementaron sus préstamos en una tasa de 10% anualizado en ese mismo período también con dinero prestado en su mayoría. Para citar una cifra escalofriante, en 1987 en los mercados de derivados financieros el monto de swaps en monedas, tasas de interés, y opciones en esas tasas fue aproximadamente $865 millardos; 18 años después la cifra había subido a $213 Trillones, implicando un crecimiento anual de 36%. Si a esto le sumas el mercado OTC (over the counter) el número de derivados transados fue sobre $340 Trillones de dólares al final del 2005 y $514 Trillones a mediados del 2008; lo que es más de un Trillón de dólares por cada día del calendario!!!!

Como estas instituciones financieras invierten en todo mercado de futuros (incluyendo commodities como petróleo), siendo ese mercado extremadamente volátil y pro-cíclico, eso significa que el virus de estos préstamos que inicialmente eran sólidos pero que terminaron tóxicos se ha metatizado por casi toda la vena financiera de la anatomía económica de Estados Unidos.

Es importante reconocer que los bancos comerciales de Estados Unidos generalmente son sólidos. Eso se lo deben los americanos a su Presidente Franklin D Roosevelt que tuvo que lidiar con la depresión de los años 30 (y con la segunda guerra mundial) haciendo e inventando en el camino muchas medidas que todavía son muy útiles. Fanny Mae es un ejemplo, otro es Las Naciones Unidas, El Seguro Social, El FDIC (el Fogade de USA) y por haber instituido en 1933 el Glass Steagal Act, que en esencia pone una pared de piedra entre las actividades de la banca comercial y la banca de inversión. La Depresión de los años 30’s se tragó a más de 9000 bancos precisamente porque habían invertido todo los depósitos en la bolsa de valores. El Glass Steagal Act fue relajada parcialmente por el Presidente Clinton en 1999, lo cual explica porque algunos bancos, como Washington Mutual y Wachovia ya desaparecieron o fueron absorbidos. Pero, aunque generalmente hablando los bancos comerciales están bien y se han tenido que tragar a la fuerza las inmensas casas de inversión que han caído, estos también tienen problemas de liquidez porque mucho del acceso a préstamos interbancarios está ahora restringido por quiebras y falta de confianza..
Entre los nueve meses de enero y septiembre de este año, tres de los cinco bancos de inversión más grandes se han desvanecido, y las dos que quedan, Goldman Sacks (cuyo ex presidente Paulson es ahora el Secretario del Tesoro de USA) y Morgan Stanley, han tenido que levantar capital en emergencia para restablecer un mínimo aceptable del valor de sus activos. Han tenido que ‘’write down’’ (borrar de sus activos) más de $400 millardos y levantar más de $360 millardos en capital. Las que cayeron, como Lehman Brothers y Merrill Lynch tenían ambas más de un siglo en el mercado de valores, es decir, sobrevivieron la Gran Depresión.

¿Será que Estados Unidos está en una peor situación que la Gran Depresión? En el discurso que pronuncie en Octubre del 2007 en la sede cultural de PDVSA en la Floresta con motivo al bautizo de mi libro ‘’El Epilogo del Petróleo’’, yo advertí que una crisis financiera se asomaba y que bien podía ser peor, porque mucha más gente tiene su dinero invertido en Wall Street que en aquella época y porque entonces no existía crisis energética. En aquella época tampoco existían los derivados financieros. Pero otra lección que se desprende de Roosevelt que viene en mente de esos años es que ahora sabemos que los bancos centrales tienen que ser muy agresivos en este tipo de crisis con medidas que estimulen la economía; no que la contraigan.

Los que alegan que la gente de la calle común no debería rescatar la gente de la calle de pared se plantean un falso dilema porque ya hemos visto que más del 50% de los hogares de Main Street tienen sus ahorros invertidos en Wall Street, es decir, ambas calles van en paralelo e intersectan al igual que las rieles de un tren porque están casadas y dependen mutuamente. Sin embargo, solo un hombre muy valiente se atrevería a viajar a Detroit a explicarles a las 266,000 personas que acaban de perder su empleo que ellos no valen la pena rescatar mientras que los 45,000 que laboran en Morgan Stanley sí. El monto de rescate de $700 mil millones es una suma muy parecida a la cantidad que Estados Unidos gasta anualmente en consumo petrolero (a precios de $90). Es una cantidad superior a lo que ese país ha gastado en la guerra de Iraq desde el 2003-2008 ($606 millardos) o del mismo presupuesto anual de su pentágono ($481 millardos).

DE JA VU BRETTON WOODS

Hemos establecido que el capitalismo no puede crecer sin energía y la energía no estará presente si el petróleo no solo se encarece sino que escasea físicamente, dado su factor no renovable. El Fondo Monetario Internacional ya publicó una lista de 125 países pobres que están ‘’al borde de una crisis económica-financiera sin precedentes’’ porque no pueden estabilizar sus economías con los crecientes costes de energía y de comida. Estados Unidos no está en esta lista por la fortaleza de su economía y su moneda, pero evidentemente es también altamente vulnerable y capas de contagiar al resto.

Yo escribí mi libro porque pienso que tenemos que tomar una acción urgente a este problema y que la solución está en la armonía y en el sacrificio. La armonía porque significa que los hombres y mujeres de las Ciencias de la Tierra, y los de la Economía y Política se tienen que comenzar a entender, porque ellos representan respectivamente el equilibro entre la oferta y la demanda. De hecho, mi libro fue el primero que habló de una coordinación monetaria tipo Bretton Woods (1944) excepto que esta ves se adoptara el patrón oro-negro; es decir, Unificar matemáticamente la oferta monetaria mundial, medida por el M2, con la oferta energética mundial medida en BTU. De manera que si el BTU sube, también el M2 y viceversa, pero que la variable independiente es el BTU; es decir, las ciencias duras mandan sobre los economistas y los políticos. Ese sería el sacrificio, porque la relación matemática entre estas dos variables implicaría menor crecimiento económico. Concluí que esto se puede lograr si se realizan inversiones ultra agresivas en las reservas petroleras no convencionales, sobre todo las de la Faja del Orinoco donde están el 90% de ellas, sumado a un crecimiento económico mundial mucho más lento con el objetivo único de darle a la comunidad científica el tiempo necesario para que edifiquen todas las alternativas energéticas (eólica, nuclear, solar, hidrógeno, carbón ecológico así como eficiencias en el transporte, etc.—todas en estado incipiente con enormes desafíos pero solucionables en su mayoría en el tiempo). Significa que el éxito no se puede garantizar, pero el fracaso es impensable.

Eso cumpliría la famosa Ley de (Leslie) White, que dice:

‘’Mantenido lo demás constante, La cultura evoluciona si la cantidad de energía engendrada Per-Cápita anual es incrementada, o si crece la eficiencia de los medios de herramienta que pongan la energía a trabajar’’



Publicado por carlos rossi para HistoriaActual a las 3/11/08 , economista petrolero con varios trabajos publicados, entre ellos el libro El Epilogo del Petroleo, (Caracas, 2007). Este comentario salió en una revista que publiqué online y pronto saldrá publicado en impresión.
rossinomics@yahoo.com



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