21 de marzo de 1685 / 28 de julio de 1750
Siempre es esencial tocar a la puerta de los amigos, lejanos o cercanos, en algún punto del calendario de los días vividos. Compartan o no nuestro ideario. Esto siempre permite la ilusión de que existe en ese vasto territorio del silencio, tan lleno de ruidos que espantan, de pozos que crecen, de penas que se extienden como si fuesen el cauce por donde el horizonte le dibuja su curvatura al planeta, un hilo común que se enhebra para dar testimonio de la dulzura del hombre.
Tal vez algún día, más allá de la muerte y la devastación sembradas persistentemente por fuerzas que a veces ni somos capaces de reconocer, se imponga ese estatuto del hombre que refiere una sociedad de hermanos, un mundo de creación, un tiempo colectivo de humanidad, que aún está por construir e inventar.
El trabajo que hacemos, desde nuestras Embusterías, desde los espacios en los cuales le vamos haciendo el seguimiento a la Historia Actual, tiene el sentido y dirección, como quería León Felipe, de ser el testigo que el corredor de relevo entrega al que sigue con la porción de dulzura que logramos rescatar de estos tiempos sombríos.
Con la certeza de que algún día, esa condición prevalecerá con la espontaneidad con la que el río desciende de las colinas, en alianza con las nubes, en camino hacia las fosforescencias solares de los océanos.
Hoy 28 de julio se cumple un nuevo aniversario del viaje de Johann Sebastián Bach al interior de las cayenas. Su obra es una gigantesca alacena de dulzura que aguarda ser convidada al festín de la vida. A veces sólo hace falta dejar que se cuele un sonido de flauta, una fuga, un coral, el acorde de un violonchelo o un violín, para que nos asomemos a ese país del alma, del cual, al decir de Ana Magdalena, viene pura su música. A eso invitamos, como una ofrenda, a los amigos lejanos o cercanos.
Tal vez algún día, más allá de la muerte y la devastación sembradas persistentemente por fuerzas que a veces ni somos capaces de reconocer, se imponga ese estatuto del hombre que refiere una sociedad de hermanos, un mundo de creación, un tiempo colectivo de humanidad, que aún está por construir e inventar.
El trabajo que hacemos, desde nuestras Embusterías, desde los espacios en los cuales le vamos haciendo el seguimiento a la Historia Actual, tiene el sentido y dirección, como quería León Felipe, de ser el testigo que el corredor de relevo entrega al que sigue con la porción de dulzura que logramos rescatar de estos tiempos sombríos.
Con la certeza de que algún día, esa condición prevalecerá con la espontaneidad con la que el río desciende de las colinas, en alianza con las nubes, en camino hacia las fosforescencias solares de los océanos.
Hoy 28 de julio se cumple un nuevo aniversario del viaje de Johann Sebastián Bach al interior de las cayenas. Su obra es una gigantesca alacena de dulzura que aguarda ser convidada al festín de la vida. A veces sólo hace falta dejar que se cuele un sonido de flauta, una fuga, un coral, el acorde de un violonchelo o un violín, para que nos asomemos a ese país del alma, del cual, al decir de Ana Magdalena, viene pura su música. A eso invitamos, como una ofrenda, a los amigos lejanos o cercanos.
EMBUSTERÍAS DE ANA MAGDALENA BACH
http://embusteria.blogspot.com/2008/07/embusterias-de-ana-magdalena-bach.html
CANTATA 76
http://embusteria.blogspot.com/2008/07/cantata-76.html
JUAN SEBASTIAN BACH 257 AÑOS DESPUÈS
DOBLE CONCIERTO
J.S BACH / MAESTRO DE LOS ARCÁNGELES DEL VIENTO
ESTA MÚSICA VIENE PURA DEL PAÍS DEL ALMA
mery sananes
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