viernes, 8 de agosto de 2008

LOS JURISTAS DEL HORROR


Acaba de aparecer en las librerías la versión en castellano de uno de los textos más contundentes y demoledores sobre la justicia en los tiempos de Hitler. El libro se llama "Los juristas del horror" y fue escrito por Ingo Müller. La traducción es obra del conocido abogado venezolano y profesor universitario Carlos Armando Figueredo. El autor del libro, es doctor en Derecho y Filosofía, y ha sido profesor de Derecho público y penal en las universidades de Oldenburg y Bremen en Alemania. La obra fue editada por vez primera en 1987 y cuando salió al mercado causó un revuelo instantáneo. No por nada ya ha sido también bestseller en Estados Unidos e Inglaterra.

El libro es un crudo y descarnado acto de mea culpa que hace un profesional del Derecho sobre la justicia alemana en los años del nazismo. Y sorprende la enorme sinceridad y honradez ética con la que el profesor Müller, nacido en 1942, desnuda las intrigas y los manejos de los que se valió el régimen de Hitler para perpetrar sus crímenes.

Una terrible conclusión que se saca del libro sostiene que los atropellos, las prisiones, las torturas y aún el exterminio en masa se hicieron de manera legal y apegada a la norma. Las leyes de Alemania y del Reich fueron modificadas de acuerdo a todos los preceptos de justicia de entonces, por lo que para los tribunales germanos nadie cometía un delito al perseguir y eliminar sistemáticamente a los judíos. Más sorprendente aún es descubrir que muchos de estos juristas que trabajaron para los nazis, intelectuales y académicos por cierto, lograron reinsertarse al sistema judicial alemán una vez acabada la guerra. Nunca fueron acusados o siquiera señalados. El libro presenta sin rubor la manera como un país enfermo en su moral puede desfigurar la justicia y ponerla al servicio de intereses políticos.

Casi siete millones de seres sufrieron el martirio del holocausto y para ello los nazis se sirvieron de tribunales y leyes dispuestas a complacer la sed de poder de un loco. No existía en esos años fuerza humana que se pudiera enfrentar al avasallante designio del Führer. Como una radiografía de cualquier proceso totalitario, el libro menciona los pasos que un régimen da para poner todo el ordenamiento jurídico al servicio de su causa. Primero el Reichstag, suerte de Asamblea Nacional, que terminó siendo la sede de un teatro de marionetas, después las cortes y los tribunales obedeciendo ciegamente las órdenes, y finalmente el aparato de represión respondiendo con prontitud a los mandatos emanados legalmente de las instituciones.

"Los juristas del horror" es un texto espeluznante que no sólo describe sucesos que acontecieron hace décadas, sino que se convierte en una profecía de hasta dónde pueden llegar las autocracias en su afán de conculcar las libertades y los derechos. Quizá especial sentido sea la confesión de Müller sobre la poca participación de los intelectuales y los juristas ante los actos bárbaros que sucedían. Muy pocos se opusieron. Parecía que existía una creencia de que aquello sería pasajero y que no habría necesidad de enfrentarlo. O tal vez el miedo terminó por silenciarlos y ponerlos de rodilla ante la brutalidad y el salvajismo.

domingo 20 de agosto de 2006 en actualidad
Documental sobre el Juez Freisler, uno de los juristas del horror
hitlers henchmen freisler judge nazi germany documentary
http://www.youtube.com/watch?v=A9DwXaH49lU

1 comentario:

Anónimo dijo...

El profesor universitario Gustavo Linares Benzo ha explicado al país el tema de las 26 “leyes”, en los términos aproximados siguientes: se debe evaluar, con equilibrio, el denominado paquete del Presidente. Para este catedrático del Derecho, la legitimidad del usurpador principal no estaría en duda, tampoco el mecanismo “participativo” de “consulta” para la elaboración de las “leyes” y adicionalmente, como para el resto de la inteligencia jurídica nacional, consideró la necesidad del estudio cuidadoso de cada ley, recomendando el equilibrio para distinguir dentro del paquete, el grupo de leyes buenas y convenientes, que deberíamos respaldar, de aquellas de dudosa constitucionalidad e inconvenientes, que deberíamos denunciar y rechazar; ofreciendo ejemplos en cada caso. Con relación a la oportunidad y al récord de efectividad administrativa del último día de la vigencia de la Ley Habilitante III, recordó también la falta de originalidad, ya que se correspondería con prácticas conocidas de los gobiernos de la denominada IVta. República, tales como la del Presidente Lusinchi. ¡Válgame Dios!, su colega, el profesor alemán Carl Schmitt no lo hubiera explicado mejor, ni de forma más convincente.

Rómulo Lares Sánchez
Extracto de "PORQUE NO SE CALLAN"
6AGO2008.